Sabes, no es magia la que hace que las cosas cambien, la que reclama, defiende o conquista derechos para las mujeres. Detrás de las luchas por la dignidad hay movimientos sociales protagonizados por mujeres y detrás, en su gestación estuvo la rabia por una causa de injusticia. Sí, la intentan maquillar, la intentan negar , invisibilizar o darle una connotación negativa a la ira femenina que es la chispa y el motor para que esta ola sin precedentes de manifestaciones feministas haya sido y sea un catalizador político para lograr visibilizar y hacer
audible aquello que de otra forma difícilmente se quisiera ver o escuchar.
Desde el “MeToo” en E.E.U.U. en reacción a un flamante presidente Trump que alardeaba de que le agarraba los genitales a las mujeres:, hasta el “Hermana, yo si te creo” en reacción a la libertad de la manada en España o el Ni Una Menos que conquistó la legalización del aborto en Argentina; y muchos más, han compartido el hartazgo por acosos, abusos, justicia patriarcal, violencia machista, desigualdad de oportunidades.
En esta muestra, HARTAS, que inauguré en muy buena compañía anoche en Al-Laurel, las casi 40 imágenes pretenden, como símbolo, hacer esa reflexión.
